La realidad, según cuentan fuentes oficiales de la policia, la tarde del 8 de diciembre de 1954, un granjero de Plainfield, en Wisconsin, entró en "la taberna de los Hogan" a beber en esa fría tarde de invierno cuando descubrió con espanto mucha sangre que cubría el suelo. La dueña Mary Hogan, había desaparecido.
Los informes forenses tan sólo confirmaron las conclusiones a las que había llegado el comisario y no arrojaron ninguna luz sobre el caso. Todos los datos que pudieron compilar no los llevaba hasta ningún sospechoso, asi que la desaparición de Mary Hogan era un misterio para la policía y para los habitantes del pequeño pueblo.
Un mes después de este
suceso, el propietario del aserradero de Wisconsin comentaba el caso con un
hombre de complexión débil, mediana edad, pelo rubio, ojos azules y tímido que vivía en una granja de
madera a pocos kilómetros de allí. Su nombre era Ed Gein, quien vivía solo
desde la muerte de su madre en 1945.
Nació el 27 de agosto de
1906, hijo de madre austera y fanática religiosa que despreciaba a su débil y
borracho marido. Cuando ambos discutían, que solían hacerlo con frecuencia, el
hombre se emborrachaba y pegaba a sus dos hijos, pero se ensañaba con el
pequeño Ed.